En verano tenemos miles de días para hacer lo que nos de la gana, es cuando realmente somos un poco mas libres y podemos disfrutar de verdad, sin horarios.
A mi, especialmente, las tardes soleadas de verano donde tampoco hace mucha calor me encantan. Pasear por el parque con mi perra y verla buscar sombra porque no quiere estar al sol, pasear con el dada de la mano, mirar al sol y decir: Este invierno te había echado mucho de menos.
El sol, no esta hay para cegarnos dice una canción y dice toda la vedad, es como si el sol estuviera ahí arriba para darnos energía y vitalidad, para recordarnos cada día que el sale a vernos, que estamos vivos y que hasta que se vaya podremos disfrutar de un bonito día, aunque cuando el se vaya y deje a la Luna, ahí en lo alto, vendrá una noche increíble, ya sabes! De esas noches de verano.
Os dejo unas pocos fotos, algunas no se ven muy bien ( en mi opinion ) por que había mucho sol
Un beso y feliz miércoles =)